¿Cómo limpiar los oídos de los niños?
La respuesta es: con cuidado. Con naturalidad. Con sentido común. Sin dramas y sin experimentos de riesgo innecesarios. Antes de abundar en el tema, un consejo importante que ya te dimos en su día aquí en Zamarripa sobre los hisopos, es decir, los famosos bastoncillos para los oídos: úsalos para eliminar el exceso sobrante del lápiz de labios, para pintar las manchas negras de la vaca del dibujo a medias de tu hijo o incluso para limpiar los cabezales de tu radiocassette vintage. Pero sea como sea, no te los metas en los oídos.
Y menos en los de tus hijos. Los bastoncillos pueden hacer mucho más mal que bien, y en Zamarripa estamos para cuidar de tu salud visual y de tu salud auditiva, de modo que te aconsejamos que te alejes de ellos. Vade retro, bastoncillos!
Los oídos se limpian solos
¿Te sorprende? Seguro que alguna vez lo has oído y no te lo has llegado a creer del todo, pero lo cierto es que así es. La cera (o cerumen) es una gran aliada de la salud auditiva, puesto que actúa como barra protectora de la entrada del conducto auditivo al evitar la entrada en el oído de objetos extraños o insectos, así como la aparición de bacterias y hongos, gracias a su composición lubricante, resultado de secreciones de glándulas sebáceas y sudoríparas. Por tanto, tener cera en el oído es normal, y lo recomendable sería dejar los oídos a su aire y dejar a la cera en paz, haciendo su vida tranquila.
La salud de tu oído empieza en tu dedo
No obstante, si percibimos un exceso de cera y queremos llevar a cabo una correcta higiene de los oídos de nuestros hijos, basta con limpiar el interior del pabellón auricular con agua y una gasa, una toalla pequeña o una esponja. Una buena idea es que desde muy pequeñitos les enseñemos un truco (que también podemos aplicarnos a nosotros): solo es necesario limpiar la zona de la oreja (interna o externa) que podemos tocar con el dedo índice.
Haciendo hincapié en que esta es la correcta forma de hacerlo, y recordándoles de vez en cuando que introducirse cualquier cosa en los oídos, incluidos los bastoncillos de algodón, es un hábito muy perjudicial, estaremos encaminando a nuestros hijos en una correcta limpieza auditiva durante toda la vida.
La limpieza de oídos en bebés
No hay mucho misterio. El método es el mismo descrito anteriormente, pero con mucho más mimo y cuidado, utilizando los materiales más suaves posibles. Una buena elección es limpiar los oídos del bebé durante el baño, además de por las virtudes relajantes del momento, porque el agua ayudará a ablandar la cera de la zona.
Tapones de cera en niños
Pese a todas las precauciones, hay personas más propensas que otras a desarrollar tapones de cera. Esta molestia también sucede en los niños. Por supuesto, llegado el caso de que sospeches que tu hijo tiene un tapón de cera, la única recomendación que te damos en Zamarripa es que consultes con un especialista. La salud auditiva, como casi todo en la vida, comienza con la prevención. Y si tienes la suerte de contar con profesionales cercanos como los responsables de salud auditiva de Zamarripa, todo es mucho más sencillo.