Lágrimas de primavera.
A todo el mundo le da alegría la primavera, pero hay muchas personas a las que su llegada les hace llorar. Son los que sufren alergias oculares, casi el 25% de la población, un porcentaje enorme y que además crece cada año.
En primavera, las flores se abren por la mañana y liberan el polen, que se eleva en el aire al subir la temperatura y que cae al anochecer, como si fuera una nube tóxica. Por si fuera poco, algunos animales cambian su pelaje, y todos estos elementos polucionan el ambiente y actúan como agentes alérgenos.
La alergia es una reacción inflamatoria exagerada del sistema de defensa del organismo ante esos alérgenos. El sistema inmunitario responde de manera desproporcionada ante pequeños estímulos, totalmente inofensivos para el resto de las personas. El proceso puede manifestarse en todo el cuerpo o en una zona delimitada, como un eczema cutáneo, asma o rinitis, o bien como una reacción ocular. En este último caso, los principales síntomas son picazón, lagrimeo, ojo rojo, secreción e inflamación en los párpados.
Mientras no se pueda modificar el código genético del paciente, las alergias no tendrán cura. Por eso, la recomendación principal es visitar al alergólogo e identificar el alérgeno. Una vez hecho eso, es conveniente evitar el contacto con él, siempre que sea posible. Los principales tratamientos se basan en el uso de agentes antihistamínicos o antiinflamatorios locales. Puede ser de gran ayuda la aplicación de paños fríos y los lavados de ojos con una solución fisiológica fría. También, en ciertas ocasiones, la aplicación de colirios de esteroides suaves es un buen complemento, aunque deben ser utilizados con prudencia.
Pero los tratamientos sólo alivian los síntomas, y la reacción alérgica tiende a reaparecer si continúa la exposición al agente irritante, así que te hacemos una serie de recomendaciones básicas:
- Procura mantener una perfecta higiene en tus ojos. Trata de no tocártelos con las manos sucias, frotarlos o irte a la cama sin desmaquillarlos cada noche.
- Para suavizar los síntomas, es correcto limpiar los ojos utilizando baños oculares, suero fisiológico o lágrimas artificiales.
- Si eres usuario de lentes de contacto, trata de usar las gafas durante más horas.
- Mantén cerradas las ventanas de casa. El mejor momento para ventilar es a primera hora de la mañana o por la noche. Su utilizas el coche, no bajes las ventanillas.
- Intenta no salir a la calle en los días de mayor polinización, y no olvides nunca las gafas de sol.
- Cambia los filtros de los equipos de aire acondicionado. Esto ayuda a evitar el contacto con el polen de las plantas dentro del hogar.
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