Epidemia mundial de miopía.
Hay mucha gente que lleva gafas sin necesidad, por moda o por dar una imagen más intelectual. Pero esa no puede ser una explicación válida para esa sensación que tenemos de que hay gente con gafas por todas partes. No, hay otra razón, mucho más poderosa y sorprendente que los gustos estéticos de nuestra época. Es una alerta global sobre la que los expertos están alertando: la miopía está alcanzando proporciones epidémicas en todo el mundo.
Y es que los datos son realmente llamativos, sobre todo entre la gente joven. En Europa y Estados Unidos la miopía afecta ya al 50% de las personas menores de 19 años, mientras que ese porcentaje se eleva hasta llegar a cotas superiores al 90% en algunos lugares de Asia como Taiwán, Singapur o China. El record absoluto lo ostenta Corea del Sur: en Seúl, su capital, un 96% de los jóvenes sufren miopía.
En España, 25 millones de personas utilizan gafas o lentes de contacto. Y la afección se expande. Algunas instituciones, como el Instituto para la Visión Brien Holden, en Sidney (Australia), vaticinan que al término de esta década un tercio de la población mundial podría ser corta de vista.
Es sencillamente impresionante. Algo condena a las nuevas generaciones a usar cristales correctores. ¿Pero el qué?
Hasta ahora se apuntaba a la genética como principal causa de este defecto. Sin embargo, estudios recientes añaden un factor ambiental: el tiempo de exposición a la luz natural en edad de crecimiento. Así, en los niños que están en penumbra disminuye la producción de dopamina, un neurotransmisor que producen, entre otras, las células de la retina. Eso ocasiona una debilidad en la estructura ocular del ojo, lo que provoca que este órgano crezca más de lo normal y se vuelva miope. Es decir, que allí donde hay niños encerrados en casa, estudiando o hechizados con el ocio tecnológico, hay un terreno fértil para la miopía. O dicho más claramente: los niños que pasan menos tiempo al aire libre tienen mayor riesgo de padecer miopía.
Así que pasar más tiempo al aire libre, al menos tres horas al día según los expertos, parece el remedio natural más efectivo para prevenir la miopía.
Además, afortunadamente, la ciencia también avanza, y en Óptica Zamarripa te ofrecemos un tratamiento avanzado, sin cirugía, para luchar contra la miopía: la ortoqueratología. Son simples lentillas que se utilizan durante el sueño y reducen la graduación de forma temporal, modificando la curvatura corneal. Y así, puedes prescindir de gafas y lentillas durante el día. Además, existen estudios que demuestran que, en muchos casos, la ortoqueratología frena el crecimiento de la miopía en la edad infantil. Por ello, ahora mismo éste es el tipo de público que más se está tratando con esta terapía en nuestros centros. Ésta es una opción muy interesante que, si te acercas a una de nuestras tiendas, te explicaremos con mucho gusto.
Y si quieres saber más sobre la ortoqueratología y otros controles de la miopía en niños, aquí tienes un enlace con varios estudios que se están haciendo ahora en todo el mundo.
En cualquier caso, te recordamos que es primordial acudir a revisar la vista al menos una vez al año y que para cualquier duda nos encontrarás en nuestra página web, nuestras redes sociales y nuestras ópticas.