El estrés y la visión. ¿Qué relación tienen?
El estrés es algo que en la sociedad actual afecta a muchas personas por el estilo de vida que llevamos y ésto se refleja en la salud de diferentes maneras ya que genera una gran experiencia orgánica. Al igual que en el resto del cuerpo, también puede hacerse notar en los ojos, conocido como el estrés o fatiga visual.
La fatiga surge como una respuesta natural del organismo ante un esfuerzo visual excesivo. Normalmente, las formas en las que se presenta el estrés en los ojos son temblor e inflamación, aunque en casos extremos pueden producirse casos de pérdida súbita de la visión.
Estos temblores de ojos no suelen ser un movimiento del ojo en sí, sino que se dan en un pequeño músculo que se utiliza para elevar el párpado denominado músculo de Müller. Este músculo está controlado por el sistema nervioso simpático que actúa de manera involuntaria y en situaciones de estrés se puede activar dado que liberamos mucha adrenalina. El temblor crea molestia pero no suele tener ningún efecto sobre la visión y por ello no existe un tratamiento oftalmológico concreto para frenarlo.
En el caso de la inflamación causada por el estrés se suele corresponder con una maculopatía serosa central, es decir, una inflamación benigna de la mácula (parte central de la retina que está especializada en la percepción de los detalles). Las personas que la sufren suelen percibir una visón borrosa y a veces pueden sufrir una pérdida repentina de la visión. Los tratamientos para este problema pueden ser muy variados y por eso debe ser siempre el oftalmólogo el que aconseje el más adecuado para cada caso.
Para terminar os queremos mencionar que cuando nos sometemos a un estrés permanente también podemos llegar a sufrir una pérdida súbita de la visión también denominada amaurosis. La pérdida de visión suele ser normalmente un síntoma transitorio pero es imprescindible visitar al oftalmólogo cuando lo suframos, ya que, puede resultar una señal que nos permita adelantarnos a otro tipo de problemas.
La solución para evitarlo es tratar de relajarnos realizando actividades que nos ayuden a ello, como por ejemplo, realizar ejercicio y actividades al aire libre de forma habitual, escuchar música relajante,… En definitiva, tomarnos un tiempo de descanso para nuestros ojos en el que no estén expuestos a la excesiva actividad a la que son sometidos en nuestro día a día.
Esperamos que os haya gustado y os recordamos que es muy importante acudir mínimo una vez al año a realizar una revisión de la vista. Para cualquier pregunta estamos a vuestra disposición en nuestra página web, redes sociales y tiendas físicas.