El Día de las Personas Sordas más especial de los últimos tiempos
Este próximo domingo 27 de septiembre se celebra el Día Internacional de las Personas Sordas, y desde Zamarripa Ópticos te invitamos a reflexionar sobre la situación de estas personas con un curioso ejercicio: prueba a taparte los oídos y trata de vivir la experiencia de una persona sorda durante cinco minutos.
Imagina que eres esa persona y que sales a la calle, dispuesta a realizar tus tareas diarias: ir al trabajo, al supermercado, a un restaurante… ¿Ya han pasado los cinco minutos? ¿Qué te ha parecido la prueba? ¿Has caído en la cuenta de que, aunque se acostumbra a decir que una imagen vale más que mil palabras, la imagen más presente en la actualidad para las personas sordas es la de una mascarilla que tapa una boca que quizá está diciéndoles algo?
Cuidemos de nuestra audición como cuidamos de la vista
Es imposible negar que el sentido de la vista es uno de nuestros bienes más preciados. Los estímulos visuales en nuestra vida son tan potentes que es habitual olvidarse de la necesidad de cuidar el resto. Quizá por eso el cuidado del oído en ocasiones llega tarde, cuando el problema se ha hecho definitivamente evidente y está claro que no oímos bien.
Por eso te recomendamos la prevención. En todos los casos en general y en los niños en particular. Porque, si bien es cierto que una gran parte de problemas auditivos en bebés tiene carácter genético, vigilar el óptimo desarrollo auditivo en nuestros hijos es un hábito muy sencillo que podemos adquirir para proteger su crecimiento, su rendimiento académico y, en definitiva, su vida.
La empatía es clave para la integración
En Zamarripa damos mucha importancia a la salud auditiva, por eso queríamos recordar la celebración de este Día Internacional de las Personas Sordas. Es esencial enfrentarnos a la diversidad de forma que colaboremos con la integración y bienestar de las personas que sufren sordera. No se necesita mucho: naturalidad, afán por comprenderlas y hacernos comprender, paciencia y permanente recordatorio de sus derechos.
Una vez más, se trata de fomentar una actitud comprometida con la sociedad, como estamos haciendo en los últimos tiempos en esta crisis sanitaria, que está siendo especialmente complicada para las personas sordas, “perdidas” por culpa del necesario uso de la mascarilla. Lo dicho: que no falte la empatía, ¡ni las revisiones periódicas!