Abre los ojos: piscinas en la que puedes bucear sin irritaciones.
Ahora que llega el verano y empieza a apretar el calor, sumergirse en una piscina es una de las mayores aspiraciones de todos los que viven lejos del mar, un río o un embalse. Pero ese mismo agua en el que estamos deseando tirarnos está habitada por agentes químicos que, en contacto con los microorganismos de nuestro cuerpo, provocan reacciones químicas que irritan nuestros ojos.
Ya hablamos en otro post de las razones de ese escozor. Para eliminar los agentes infecciosos, se utilizan sustancias químicas que convierten el agua en un elemento tóxico para plantas, peces y anfibios, e irritante para las personas. Sin embargo, últimamente están surgiendo nuevos métodos de limpieza mucho más respetuosos y saludables.
La depuración de piscinas naturalizadas, por ejemplo, está basada en filtros de grava y arena, y en la capacidad depurativa de algunas plantas acuáticas, que favorecen el crecimiento de microorganismos que eliminan las bacterias. En Europa ya es una alternativa real a la limpieza química, pero no es así en España, donde la normativa para piscinas públicas exige un mínimo de cloro incompatible con la filosofía de estas piscinas de agua natural.
Otra opción es el sistema Oxymatic. Una tecnología ecológica de última generación que emplea la hidrólisis del agua y la electrolisis residual de cobre. El agua tratada con este método ecológico, y con el mínimo nivel de cloro exigido por ley, no irrita ni enrojece los ojos y tampoco produce reacciones en la piel ni problemas respiratorios.
Por último, las piscinas de agua salada emplean cloradores salinos, unos dispositivos que se integran en el sistema de filtrado y aprovechan el agua salada para formar cloro gaseoso mediante electrolisis que, cuando se descompone, vuelve a convertirse en sal. El nivel de sal es una décima parte del contenido en el agua de mar y similar al que puede haber en una lágrima, por lo que no irrita los ojos.
El cloro tiene los veranos contados y eso es una buena noticia para nuestros ojos.
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