No veas la tele a oscuras
Quizás lo has escuchado alguna vez: “No es bueno ver la televisión o una pantalla de ordenador a oscuras.” Pues sí, es cierto. Y desde Zamarripa Ópticas te vamos a explicar por qué.
El iris y la retina, el equipo que controla la luz
El ojo es un órgano que se adapta perfectamente tanto al exceso de luz como a la oscuridad mediante dos mecanismos: el iris y la retina. El iris, lo que se conoce como pupila, es una especie de diafragma que regula la cantidad de luz que entra en nuestra retina. Si lo exponemos a mucha luz, el iris se cierra y la pupila se hace más pequeña. Y al contrario, en situaciones de gran oscuridad el iris se abre y la pupila se agranda para captar el máximo posible de luz.
Por su parte, la retina contiene millones de receptores de luz que se adaptan al entorno. En un ámbito luminoso, esos receptores reducen su sensibilidad para no resultar dañados. Si por el contrario nos internamos en un entorno oscuro, una cueva por ejemplo, los receptores se adaptan paulatinamente y al cabo de unos instantes notamos que podemos ver mucho mejor.
Engañar al cerebro perjudica la vista
Por tanto, en una habitación bien iluminada la pupila será pequeña y la retina tendrá una baja sensibilidad. Al apagar la luz comenzará la adaptación: se agrandará la pupila y aumentará la sensibilidad de la retina. ¿Qué sucede si en ese momento nos ponemos entonces delante de una televisión o una pantalla de ordenador? Que recibimos mucha luz por el centro de visión, los 20-30º que ocupa la pantalla, pero el resto de nuestro campo de visión, los 150º restantes, está sombrío.
Así que nuestro cerebro cree que estamos en un entorno poco luminoso y ordena a los ojos que se adapten a la oscuridad. La pupila se dilata y aumenta la sensibilidad de la retina, que empieza a procesar demasiada luz, toda la que proviene de forma intensa de la pantalla, hasta que acaba por notar principios de agotamiento. Esta es la causa principal de que este tipo de situaciones provoque fatiga visual, cansancio e incluso dolor de cabeza, lagrimeo y visión borrosa.
Luz indirecta
¿Cómo evitarlo? Muy sencillo: basta con encender una luz indirecta, como una pequeña lámpara, que ilumine suavemente el campo periférico de visión, para que se cierre la pupila y la retina se adapte mejor a la luz.
Tenlo en cuenta. En cualquier caso, te recordamos que para cualquier duda nos encontrarás en nuestra página web, nuestras redes sociales y, por supuesto, atendiéndote en nuestras ópticas Zamarripa.
