¡Oído al verano!
Normalmente solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Así lo atestigua al menos el célebre dicho popular. Lo que para entendernos quiere decir que tendemos a olvidarnos de los problemas, propensión que nos impide tomarnos el trabajo de prevenirlos como es debido. Así que cuando estos se presentan llegan las lamentaciones.
Que no se diga que nosotros no te advertimos de los peligros que el verano puede acarrear a tus oídos. Lo hacemos prácticamente cada verano, como puedes comprobar aquí, aquí o aquí. Porque nos consta que, como humanos, con el bienestar propio del verano bajamos la guardia y nos dejamos llevar. Y si no te cuidas los oídos corres el riesgo de que, finalmente, acabes por no ser capaz de escuchar los famosos truenos de Santa Bárbara (patrona, por cierto, de artilleros, dinamiteros y mineros).
Calor
Pues sí. En verano hace calor. Mucho calor. Semejante obviedad también hay que tenerla en cuenta a la hora de prevenir males mayores. En lo que se refiere al oído, la mezcla de calor y humedad complica los resfriados convencionales convirtiéndolos en otitis, infección que inflama el conducto auditivo.
Agua
La cosa se agrava cuando entra el agua de por medio. Entrar, literalmente. La presencia del agua en el conducto auditivo es un excelente caldo de cultivo para las infecciones. De nuevo el fantasma de la otitis se hace dolorosamente presente. La recomendación más práctica y efectiva es mantener los oídos tan secos como sea posible y usar tapones. Los tapones actuales son de gran calidad, de materiales ligeros, resistentes, adaptables e hipoalergénicos. Es una excelente solución que te animamos a probar.
Presión
En verano modificamos nuestros hábitos. Algunos de ellos someten nuestros oídos a drásticos cambios de presión. Practicar deportes como el submarinismo o la escalada, y también el uso del avión pueden afectar la estabilidad de nuestro oído. Recuerda que no se trata de coger miedo, sino de prevenir.
Ruido
Discotecas, festivales de verano… La música a volumen excesivo se convierte en ruido peligroso para nuestros oídos. En concreto la sobrexposición. Así que tenlo en cuenta…
Son consejos simples, como ves, que no te van a hacer más pesado el verano sino todo lo contrario. No nos fijamos en nuestros oídos tanto como deberíamos. Antes de que truene, o caigan rayos, o sea lo que Santa Bárbara quiera que pase, te recomendamos cuidarte y, si lo crees necesario, revisar tu audición en Zamarripa. También estamos para eso.