Mitos y realidades sobre las lentillas.
Cerca de 125 millones de personas utilizan lentillas en todo el mundo, aunque en España tan sólo un 4,2% de las personas con necesidad de corrección visual las utilizan. A menudo, el desconocimiento, la desinformación en cuanto a las últimas tecnologías disponibles y algunos falsos mitos, suponen un freno para quienes todavía no han probado las lentillas.
En esta ocasión desde Zamarripa Ópticos queremos desmentir estos falsos mitos sin ninguna base y presentaros las lentillas como una opción más para corregir vuestra visión en caso de que lo necesitéis.
Mito: Las lentillas pueden perderse detrás del ojo.
Esta acción es físicamente imposible, puesto que, existe una fina membrana que cubre el ojo y que conecta con el interior del párpado por lo que la lentilla no puede moverse más allá de la superficie frontal del ojo.
Mito: Usar lentillas es incomodo.
Ésto es totalmente erróneo ya que vuestro optometrista tiene que tener en cuenta las horas diarias que las usaréis, la frecuencia con las que os las pondréis, las medidas de vuestros ojos (cómo es vuestra córnea, curvatura, diámetro, etc.) y la graduación que necesitáis y en base a todos estos parámetros recomendar las lentillas más apropiadas y la solución de mantenimiento óptima que se adapte a vuestras necesidades y que sea más cómoda para vosotros. Con todo ésto el resultado será el idóneo, como cuando os hacéis un traje a medida.
Mito: Las lentillas se pueden pegar al ojo.
Si seguís los consejos y el método que os recomienda vuestro óptico-optometrista de confianza es muy raro que no podáis retirarlas fácilmente. Si además de un poco de paciencia utilizáis gotas humectantes antes de extraerlas, creará una capa entre el ojo y la lente haciendo que sea más fácil retirarla.
Mito: Los adolescentes y los mayores de 40 años no deberían usar lentillas.
Este mito tampoco es cierto , ya que, gracias a la gran variedad de lentillas que hay actualmente en el mercado, personas de todas las edades pueden hacer uso de las lentillas sin problemas.
Mito: El uso de lentillas agrava el problema de la vista que se padece.
El posible aumento de la graduación con el paso de los años se debe en el caso por ejemplo de la miopía al exceso de trabajo en tareas cercanas junto a unas habilidades visuales deficientes y no al uso de lentillas.
Mito: Es habitual sufrir infecciones cuando se llevan lentillas.
Las posibles infecciones que puedan surgir se producen por un inadecuado uso como por ejemplo no limpiarlas adecuadamente. Si se siguen los pasos correctos de manera sencilla no habrá ningún riesgo.
Mito: Las lentillas producen sequedad.
Actualmente existen lentillas capaces de imitar el contenido de agua de la córnea gracias a la tecnología de gradiente acuoso, que ofrece una transición gradual del contenido de agua del núcleo a la superficie de la lentilla. Además, cualquier tipo de lente puede ser completada con unas gotas oftálmicas lubricantes para hidratar el ojo, que pueden ser utilizadas en todas las ocasiones que sea necesario.
Esperamos que os hayan servido estos consejos y si tenéis cualquier otro tipo de duda sobre las lentillas recordad que estamos a vuestra disposición en nuestra página web, nuestras redes sociales y nuestras tiendas físicas donde responderemos vuestras preguntas con mucho gusto.